Herpes Zoster
El herpes zóster es una enfermedad producida por una
reactivación del virus latente
varicela-zóster, que afecta a los nervios
periféricos (neuropatía gangliorradicular)
y a la piel, donde puede producir pequeñas ampollas dolorosas en forma de anillo agrupadas
a lo largo de un dermatoma.
El herpes zóster puede presentar diferentes complicaciones según los
nervios afectados, sobre todo en individuos inmunodeprimidos, entre los que
cabe destacar parálisis motora o
facial temporal, insuficiencia
respiratoria e infecciones bacterianas secundarias. La principal secuela que
puede aparecer tras la desaparición de los signos cutáneos es la neuralgia pos herpética (NPH), que consiste en una sensación
dolorosa crónica en el dermatoma afectado y que puede durar desde varias
semanas hasta aproximadamente un año.
Es una patología universal, más común entre personas
con edades avanzadas o con alteraciones de su sistema
inmune. Se trata de una enfermedad de fácil diagnóstico si se desarrollan todos los síntomas,
ya que el patrón de distribución de las lesiones es característico. Además,
pueden realizarse diferentes pruebas de laboratorio para confirmar el
diagnóstico. El tratamiento es paliativo, basado en analgésicos para controlar el dolor y antivirales para detener la infección.
Existe una vacuna preventiva que se está comenzando a
administrar en aquellas poblaciones de riesgo.
Etiología
Herpes virus tipo 3. El herpes zóster es causado por el virus
de la varicela zóster (VVZ). Se
trata de un virus de la familia de los herpes virus, en concreto clasificado
como virus del herpes humano 3 (HHV-3). Su único reservorio es el ser humano y posee un solo serotipo. Su material genético es ADN bicatenario lineal y no segmentado
protegido por una cápside icosaédrica. La replicación del virus ocurre en el núcleo de la célula huésped. Además tiene peplómeros de superficie densamente distribuidos
que intervienen en la invasión celular y una envoltura lipídica que proviene de la propia membrana
celular. Los viriones necesitan
tener esta envoltura para ser infectivos, lo que explica la labilidad del virus
en el ambiente, ya que la envoltura es sensible a los detergentes, al éter etílico, al calor, a los pH extremos
y al aire seco. Por lo tanto, la transmisión
debe ser por contacto directo.
El VVZ es también el causante de la varicela,
enfermedad cutánea clásicamente infantil. Cuando remite la varicela, el
organismo no elimina completamente el virus. Éste queda latente en los ganglios sensitivos del paciente, el cual se podrá
reactivar cuando exista una inmunodeficiencia en el afectado. Por ello, el herpes
zóster tiene una mayor incidencia en individuos de edad avanzada y en aquellos
que tienen alterada su respuesta inmune debido a enfermedades o a estar
sometidos a tratamientos inmunosupresores.
Síntomas y Signos
HSN en el 10% de los casos, dolor, vesículas en PA,
rostro, lengua, laringe, faringe y boca. Acufeno y vértigo.
Tratamiento
El médico puede prescribir un medicamento que combate el
virus, llamado antiviral, el cual ayuda a disminuir el dolor,
prevenir complicaciones y acortar el curso de la enfermedad. Se puede
usar aciclovir, famciclovir y valaciclovir.
Los medicamentos deben comenzarse al cabo de 24 horas de
sentir por primera vez el dolor o el ardor. Es mejor empezar a
tomarlos antes de que aparezcan las ampollas. Por lo general, los
medicamentos se suministran en forma de pastillas y en dosis altas. Es
posible que algunas personas necesiten que se les administre el medicamento por
vía intravenosa (IV).
Los medicamentos antiinflamatorios fuertes llamados
corticosteroides, como la prednisona, pueden emplearse para reducir la
inflamación y el dolor. Estos fármacos no funcionan en todos los
pacientes.
Heridas en rostro y pabellón auricular,causada por Herpes Zoster |
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